Tremen, de Pim Bos

En un mundo gris, futurista y apocalíptico, un extraño viajero y su montura deambulan por el páramo. Obligados a recargar sus baterías, sin embargo, no pueden permanecer demasiado tiempo alejados de la civilización. Aunque otras criaturas viven allí, la ciudad es igualmente inhóspita, vacía y lúgubre. Pero dondequiera que vaya el viajero, las cosas se complican, las máquinas pierden la cabeza y siembran el caos. Entonces debe dejar la ciudad y explorar las vastas extensiones grises nuevamente, solo.
Con perfecta maestría, este relato surrealista, postapocalíptico y mudo, de un grafismo impresionante en la línea del Arzach de Moebius, transmite una profunda impresión de soledad y melancolía a través de la peregrinación de su personaje.
"Tremen" en bretón quiere decir "paso", "travesía".